¡Ahora sí! Ya estoy de vuelta de mis vacaciones :).
Me ha costado un poco más de lo previsto volver al blog, porque esto no es llegar y ya está... tras tres semanas en España, había muchas lavadoras que poner y muchas plantas que regar. Además había que ir al súper para volver a llenar nuestra pequeña cocina de buenos olores, y había que guardar toda la ropa de verano al fondo del armario. Así es, a 10 grados en la calle, ¡doy por finalizado el verano! Ya tengo los guantes y las bufandas preparados. Pero no me quejo, porque este verano ha tenido de todo: horchata, paellas, playa, reencuentro con los amigos de la universidad, fiestas de cartagineses y romanos, cafés con las amigas, comidas familiares, cenas con los amigos, organización de viaje navideño (¡nos vamos a Lisboa!), noches de cine, celebración de mi aniversario de boda y lo mejor de todo... ¡el nacimiento de mi sobrina!
¿Y de qué otra manera iba a celebrar mi regreso que hablando de mi nueva sobrinita? Como era de esperar,
¡me tiene enamorada! Le costó llegar, porque se retrasó 9 días, y además el parto duró casi 2 días. Porque... yo no estoy muy familiarizada con el tema (decídmelo vosotras), pero sospecho que casi 48 horas de parto son muchas horas.
El caso es que todo salió bien, y para celebrarlo, le diseñé una lámina de nacimiento para regalársela a su mami, que no es otra que
mi hermanita. Yo creo que me quedó genial ¿no? ¿qué os parece? Pero qué voy a decir yo, que soy la orgullosa tía de su protagonista... ;)
¡Pues eso es todo! En breve estaré por aquí enseñándoos cosas que tengo pendientes (como la lámina que le regalé a Carlos por nuestro aniversario,
el libro de viajes scrapbookeado, o mis planes e ideas para la cena de Halloween que organizaremos este año).
¡Ay! ¡qué bien sienta volver al blog! ¡Vamos, que ya tenemos aquí el fin de semana!