Me encanta tener algo escrito, o dibujado por mí, colgado por casa. Como no tengo la destreza necesaria para pintar cuadros (ni mucho menos), me limito a escribir o dibujar tonterías en la pizarra que decora nuestra cocina (gracias Ikea). Hay días que no estoy inspirada, y me limito a hacer mi propia versión casera de las láminas tan geniales que venden en tiendas como estas:
Porque sería guay que fuera tan fácil, y cuando estuviéramos tristes bastara con el conjuro...
:c
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