Visita a Spreewald, reserva de la biosfera.

    ¡Buenos noches!     

    Ya ha llegado de nuevo el día 15, ¡cómo pasa el tiempo! Eso significa que ha llegado el momento Blogger Traveller de agosto. Me imagino que muchos blogs no participarán este mes en la iniciativa porque estarán de vacaciones... ¡pero yo no me la salto! Principalmente porque el mes que viene seré yo la que esté de vacaciones y además celebrando mi primer aniversario de boda.

    Bueno, ya está, ya me centro. En el mes de agosto, la palabra en la que me tenía que inspirar para enseñaros un trocito de Berlín, es ni más ni menos que "descanso". ¿Y cuál fue mi elección?  ¡Spreewald!

    Spreewald no está exactamente en Berlín, sino a 100 km. Es decir, está lo suficientemente cerca para ir y volver en un día desde Berlín, pero lo suficientemente lejos para que no esté masificado. Nosotros el sábado pasado, cámara en mano, nos fuimos a descubrir Spreewald. Un día que puedo resumir en unas cuantas palabras:

Descanso, Picnic y Paseo

Canales y Kayaks

Mosquitos

Pepinillos

    Spreewald es un bosque declarado reserva de la biosfera por la UNESCO en 1991, en el que se puede pasear en kayak, en barca o en barquito por más de 200 canales. Además, esta región es famosa por sus pepinillos (que a mí no me gustan, dicho sea de paso... pero ni estos ni ningunos. Y las olivas tampoco. Ala, ya lo he dicho). Nosotros llegamos bien temprano a Lübbenau que es, digamos, "el punto de partida". Aquí os dejo un par de fotos del pueblito:

    Desde Lübbenau dimos un paseo caminando a orillas del canal. En ese trayecto me picaron 3 mosquitos, y a Carlos otros tantos. Y eso que apenas tardé 10 minutos en recordar que me tenía que echar el espray protector. Tras el ataque masivo, decidimos que iríamos en kayak. Al menos podríamos huir más rápido. Dicho y hecho. Nos alquilamos un kayak (12 euros, 2 horas) y recorrimos los canales. 

    Un lugar silencioso y bonito. Eso sí, si queréis "descanso", lo que se dice "descanso", os recomiendo que no cojáis un kayak, porque no tiene motor :-P. Mejor un barco con capitán en el que además, os darán algo de beber y hasta en algunos, os animarán el trayecto con música tradicional.

     
    El día fue entretenido y el lugar me gustó. Aunque al final nos pilló la lluvia en el kayak y nos mojamos. Y volvimos a casa con heridas en las manos de tanto remar, y unas cuantas picaduras de mosquitos. Así que si vais... dos consejos básicos:

1) Si queréis coger un kayak, llevaos guantes.

2) Impregnaos de repelente de mosquitos antes de acercaros a los canales.

    Pues nada, os dejo que sigáis visitando otras ciudades con Blogger Traveller, que ya me estoy extendiendo demasiado. ¡Recordad que en este enlace podéis ver todos los blogs que participan este mes en Blogger Traveller!

Puestecillo de los típicos pepinillos y distintos tarros de miel